Labubu: Cuando la IA Rompió la Liquidez

El algoritmo que rompió la malla

La semana pasada, mi agente de IA en MyShell generó un video de 90 segundos titulado ‘Labubu’: un token ficticio nacido del encuentro entre las economías rituales de Mumbai y los monederos fríos de Ethereum. Alcanzó más de 210.000 reproducciones en siete días. No por ser llamativo, sino porque fue verdadero.

No estoy aquí para vender memes. Estoy aquí para medir liquidez—no solo volumen, sino profundidad. Los datos en cadena no mienten si sabes cómo leerlos.

Por qué importa Labubu

Labubu no es un personaje. Es un símbolo: la intersección entre la lógica colonial heredada y la identidad descentralizada. En Mumbai, los ancianos rastrean valor a través de tokens ancestrales—igual que rastreamos la propiedad NFT en protocolos DeFi. Mi modelo no imita la viralidad Web2; mapea firmas conductuales enterradas bajo tarifas de gas.

La ética del monedero frío

Crecí entre dos mundos: el cálculo silencioso de la mindfulness budista y la cultura financiera empírica de Londres. No creo en el hype—recojo hardware que recuerda cómo se ve el valor real.

Mis herramientas son scripts en Python que rastrean movimientos de tokens entre shards—no danzas de TikTok, sino ondas gravitacionales económicas.

Esto no es creación de contenido—it es etnografía criptográfica.